miércoles, 3 de julio de 2013

Benedetti


Digamos que te alejas definitivamente

hacia el pozo de olvido que prefieres,
pero la mejor parte de tu espacio,
en realidad la única constante de tu espacio,
quedará para siempre en mí, doliente,
persuadida, frustrada, silenciosa,
quedará en mí tu corazón inerte y sustancial,
tu corazón de una promesa única
en mí que estoy enteramente sola
sobreviviéndote.

Después de ese dolor redondo y eficaz,
pacientemente agrio, de invencible ternura,
ya no importa que use tu insoportable ausencia
ni que me atreva a preguntar si cabes
como siempre en una palabra.

Lo cierto es que ahora ya no estás en mi noche
desgarradoramente idéntica a las otras
que repetí buscándote, rogándote.
Hay solamente un eco irremediable
de mi voz como niña, esa que no sabía.

Ahora que miedo inútil, qué vergüenza
no tener oración para morder,
no tener fe para clavar las uñas,
no tener nada más que la noche,
saber que Dios se muere, se resbala,
que Dios retrocede con los brazos cerrados,
con los labios cerrados, con la niebla,
como un campanario atrozmente en ruinas
que desandara siglos de ceniza.

Es tarde. Sin embargo yo daría
todos los juramentos y las lluvias,
las paredes con insultos y mimos,
las ventanas de invierno, el mar a veces,
por no tener tu corazón en mí,
tu corazón inevitable y doloroso
en mí que estoy enteramente sola
sobreviviéndote.

Y preferiamos..

te he visto
te vi cuando me hacías dormir
te vi cuando me acariciabas por las noches mientras me contabas un mundo mágico lleno de ilusiones,
te vi cuando me ayudabas a crecer o hundirme mas no lo se.
miraba debajo de mis sabanas, solo me escondía del miedo de las promesas
me escondía de todo el cariño fingido y de la eternidad que pasa por delante mio
me vi, cuando te vi, dentro de mis sabanas mientras pasaba como hojas de un libro mis anos pasados,
no se a donde he viajado hasta hoy, hasta a donde fui y mucho menos cuando regrese, solo se que puedo pesar mis sentimientos desnutridos, arrastras mis penas, matar a los que nos matan día a día diciendo que todo esto es amor, alejándonos cada día de la realidad, realidad que algún día era mejor olvidar y preferíamos tomar como vasos de agua tibia.
hoy no lloro por los vivos que ahora están muertos, lloro por mi y por los muertos que aun siguen vivos conmigo, lloro porque te vi.